martes, diciembre 27, 2005

D an ce

Cada beat era un golpe contra la muerte, una exhalación más, regalada, atesorada, un ritmo hacia el perpetuo sin sentido del universo; es así, todo salta, el piso salta, uno salta, el cerebro salta, pero el disco no salta y la música no para, apología de un movimiento perpetuamente repetido; soma, dejando el psi de lado; pureza en espasmos, erección de todo el cuerpo; oscuridad no te temo, lenguaje no te entiendo, razón no te escucho, amor no te necesito, duda no te siento, tengo mis mantras, yo soy mi voluntad, mi propio alimento. No tengo sentido (trasciendo), no quiero parar de moverme (trasciendo), no vuelo ni piso (trasciendo), no te veo pero te siento (trasciendo), Dios es un latido de corazón repetido hasta la electricidad (entiendo).

lunes, diciembre 26, 2005

Demasiado

Una palabra para definirlo todo, el centésimo nombre de Dios, la Palabra, el Adjetivo, lo que susurran los seres que bailan detrás del mundo, la última voz que gritará el hombre en el último día, la llave para salir y dejar que todo entre, tao tal vez; simplemente, todo es: demasiado.
Demasiada luz bajo el sol, demasiada frescura bajo la sombra, demasiado sabor en tu lengua, demasiada sal en las lágrimas, demasiada agua en el mar, demasiada historia en el hombre, demasiados hombres en el mundo, demasiados mundos en el hombre, demasiadas palabras que todavía no se escribieron, demasiados nombres de mujeres para y por recordar, demasiadas células en mi cuerpo, demasiados espermatozoides, demasiada electricidad entre tu piel y la mía, demasiados dioses en los que creer, demasiados tonos de verde, demasiados ojos miran la luna, demasiadas estrellas miran demasiados planetas, demasiado tiempo, demasiado corto, demasiado largo, demasiados puntos suspensivos, demasiados puntos finales, demasiados momentos disfrutados, demasiada sangre, demasiados idiomas, demasiada energía, demasiado el todo que llueve sobre sí mismo y nace sobre sí mismo, consume y se regenera, fuego del Ser.
Demasiado...

martes, diciembre 20, 2005

Vint...


Lo ojos son negros, teñidos. El corte de pelo antiguo, de manera tal que en este mundo tan embobado pasa por retro moda. Los cabellos caen largos, oscuros y afilados, adornados en sus recuerdos por salpicaduras de sangre, lágrimas y mezcal. En teoría, un verdadero pelo de chaman. Unos bigotes a medio camino entre Lemmy Kilmister y algún masónico Barón ingles, oscuros también, lustrados y sedosos. La sonrisa nunca se mueve de los límites que le imponen estos bigotes, pero muchos dicen recordar a Vint sonreír de oreja a oreja. Nunca sonríe con sus dientes, pero todos afirman que tiene dientes de filósofo, como martillos que más que morder, trituran, y que es uno de estos dientes, torcido y medio escondido, el que le da este toque satánico a su dentadura.
Vint camina cuando todos corren, quiebra dedos cuando extraños le ofrecen la mano, grita palabras en alemán bastardo cuando el silencio lo aburre, vomita en criptas y ataúdes abiertos, irrumpe en casas a la mitad de la noche para discutir sobre teología, escribe letras de canciones en paginas de libros de poesía, rompe televisores a patadas, revive inquietantes profecías que enfrían la espalda en pleno mediodía, admira las espadas pero sabe usar mejor las balas.
Es lo suficientemente alto como para camuflarse en la estatura promedio, flaco de cuerpo, pero grueso de brazos y piernas, que son sus herramientas. Sus pesadas botas contribuyen al martillazo de sus patadas, sus manos de dedos cortos se compactan de mejor manera como duros cascotes. A pesar de su empeño, solo esta adornado de cicatrices su torso, por pinceladas profundas de dos balas, una navaja, un tenedor y un abrelatas, y por suaves pinceladas de otros incontables objetos filosos.
Por supuesto, las cicatrices en su cerebro son otra cuestión, que aquí entre nos, engloba todo lo demás…

viernes, diciembre 09, 2005

transz

.morí, entre el primer punto, y este que cierra la oración.

miércoles, diciembre 07, 2005

Profundo

Pego, pegas. Todo es demasiado blanco cuando los relámpagos iluminan el cuarto. Mordes, grito. La música ayuda a perderme, pero vos sos la aguja que me inyecta la violencia que tanto necesito. Arañazo, entro y salgo varias veces, sos verdaderamente aterradora cuando sonreís. Te escondiste toda la noche detrás de mis ojos negros, me mentiste y me engañaste con tus palabras inglesas. Uñas y dientes, lengua, no se cuantos demonios tengo encima, además de vos, no se si me vas a dejar más condenado de lo que estaba, no se si igualmente si tenía esa alma que dije que te vendía. El volumen sube solo, para que suban los gritos solo empujo más fuerte y vos devoras con más ganas. Adentro, sucumbo. Siento la linda negrura del cuarto diluyéndose con los delirios que vuelan de tu boca, traspasando mi piel que yo creía impermeable; me asfixio en tu risa. Arde, besa y me almuerza, ahora pienso que verdaderamente no voy a llegar. Saltas, caigo, me rindo, pero me reconoces que no dispensas ninguna piedad. Acumulas la noche y el suspenso sobre tu piel y te lanzas una vez más sobre tu presa. Azul. Profundo.

lunes, diciembre 05, 2005

WSZ

"Escribir, ¿es plasmar la ilusión que es el mundo, en una realidad concreta, la hoja de papel?" escribió el polaco manco. Se llevó entonces la lapicera a la boca, y la mordió distraídamente. La ventana estalló y un millón y medio de pequeñas pelusas doradas invadieron la habitación. El polaco levantó ambas manos para protegerse, y se quedo helado ante la revelación. Algo le dijo que estaba más alla de los sueños o de la muerte...

Apellido Inglés

La rama está a punto de quebrarse, y lo hará de un momento a otro, siguiendo su curso e historia natural. Yo entonces estiro mi mano, sujeto la rama y la rompo; así me siento (conviertoen) un ser más poderoso que el tiempo...

jueves, noviembre 24, 2005

La mariposa que no fue

Llueve y la oruga lo sabe. Esta arrastrándose por la vereda, pero esto no lo sabe. Es siempre complicado ubicarnos en otras almas. Los zapatos pesados caminan con paso firme, pasos de ejecutor. La sombra cae sobre la oruga, pero ni ella ni los zapatos lo saben.

La mariposa que no fue…

miércoles, octubre 26, 2005

Elephteria


Me desperté poeta, me desperté escritor, me miré al espejo y supe que tenía una pegajosa resaca de druida.
Me asomé por la ventana, todavía de noche, miré al cielo y recordé que había dejado escritas mis bizarras palabras en las distintas constelaciones.
Levanté las sabanas y la encontré, durmiendo enamorada del espejismo que yo era antes de que la luna me pegara en la cara, antes de que la fría luz me despertara.
Me acerqué y escribí con tinta azul la palabra pasión en su pezón derecho, y a continuación acerqué mis secos labios a su oreja izquierda y le susurre un verso de un poema vikingo.
Encontré que todavía quedaba hidromiel en la botella, humedecí mi lengua y mis dientes, y finalmente escupí la bebida sobre el pequeño cactus que adornaba la habitación.
Me hice un pequeño corte con mi navaja, en el dedo anular izquierdo, y así con tinta roja escribí gnothi seauton en el espejo que observaba fijamente a la cama, y acompañé las palabras con un corazón, para que ella se diera cuenta.
Me di cuenta de que la puerta estaba abierta una vez que ya estaba afuera del cuarto, y conté que me iba a tomar diez pasos llegar al ascensor, pero me equivoqué y fueron once.
Al apretar el botón de planta baja me avivé que de esta manera estaba cerrándome la cremallera por un tiempo, la pequeña marca de sus dientes sería mi dulce compañera, y su recuerdo duraría lo que tardase mi piel en consumir estas marcas.
Salí del ascensor y sentí que estaba adentro de esa canción de amor que Pink Floyd nunca se había atrevido a componer.
Afuera del edificio, la noche se estaba desangrando en el cielo, el viento susurraba Stairway to Heaven satánicamente cantada al revés, yo me sabía un escultor de pequeños detalles filosos, y los dioses arriba bostezaban frente a este nuevo capitulo de mi libro.

sábado, octubre 22, 2005

Esperá

No sabes esperar, un minuto, un eon o algún tiempo más
(Esperá, la palabra gritará, los soles estallarán, esperá)
El mundo en blanco y negro esta ahora sumergido en agua, los movimientos requieren más esfuerzo, (esperá)
Ya se que bajaste la púa y el disco esta en su lugar, pero en la otra esquina del tiempo la banda todavía se esta preparando para tocar, (esperá)
Ella esta contando los pelos en tu barba, cuantas veces pestañeas por minuto, cuantos días te quedan hasta que necesites un nuevo corte de pelo, cuanto tiempo vas a poder durar en la carrera, (esperá)
No perfores los libros con miradas de napalm, por que les pegues, igual las palabras no se van a reacomodar, (esperá)
El día llega a su fin y si elegís bien tu pastilla no dudes que vas a poder volver a empezar...
(Esperá, contá de cien hacia atrás, los ríos se desbordan y las semillas tardan un poco en empezar a crecer, esperá)

Backstage (2)

Así de tragicómico fui, que cuando mi banda favorita, mis ídolos (mis dioses) se separaron en un histérico y furioso divorcio, tomé la decisión de comprar su último CD (berreta), romperlo y usarlo para cortarme las venas…

viernes, septiembre 30, 2005

Zapada en Vidrio sostenido

Lao escribió en su cuaderno que yo estaba muerto, mientras yo desde la otra punta de la pieza no podía creer como mi compañero me vendía de esa manera. Debía de actuar rápido, porque la tinta estaba secándose, el pensamiento concretándose, los asesinos desperezándose.
Con toda la velocidad que pude sacar de mi imaginación, me acerque a Lao, atacando. Enterré mis dedos, ambos de ambas manos, en su cabeza, más específicamente rodeando sus orejas, cada respectiva mano con la respectiva oreja. Empuje hacia adentro, y cuando conseguí palpar las conexiones apropiadas, sujete y tire hacia fuera.
Sangre y porquería empezaron a fluir debido a mi acción, pintando la escena con colores anatómico-impresionistas. Ni falta hace decir que las cosas se pusieron sucias, debo haber arrancado veintisiete mundos, ocho soles orgánicos moribundos, dos millones setecientos noventa y cuatro cabezas parlantes de rasgos inimaginados, dos glándulas pineales, sesenta y un prostitutas vírgenes, dos dioses siameses, noventa mil cadáveres rellenos de algodón, y muchas atrocidades más de la retorcida cabeza de Lao.
Me puse a escarbar entre todo el reguero metadimensional, entre ese río de realidad incompleta, alucinada, ensombrecida por velas y aluminada por catacumbas que es la mente de un escritor. Y finalmente encontré la pequeña esfera que contenía el exacto acontecimiento de la traición Lao, mi sentencia de muerte. Me tragué la perla, que me raspó la garganta como una aspirina mal cortada, y me prometí ocuparme apropiadamente de cuando saliera por el otro lado de mi cuerpo, la próxima vez que fuera al baño. Repetí entonces el proceso deglutorio con la evidencia literaria de mi muerte, la infame hoja de papel escrita. El papel siempre tiene un gusto tan amargo.
Sin ganas, pero sintiéndome victorioso, me propuse volver a rellenar la mente del pobre Lao con toda su fantástica basura. Solo tardé noventa horas de mi antimatemático tiempo, gracias a que me ayude con una gran pala.
Trabajo terminado.

miércoles, septiembre 21, 2005

Al menos lo intentó

No sé, no sé, tenía gusto a mentira, pero en sus ojos había algo que me empujaba a creerle, así las cosas serían más fáciles; así que me puse la venda transparente, y viendo todo tal cual era, caminé derecho y a toda velocidad contra una piedra, estrellándome y destrozándome la cara. Qué se le va a hacer…

miércoles, septiembre 14, 2005

Mis charlas con dios

¿Cuándo termina esto?
Falta un rato largo, todavía seguís sangrando.
No importa, la sangre es prescindible, mientras mi voluntad siga manteniendo vivo a mi cuerpo. Y después de esto, ¿A dónde vamos?
A ningún lado. El mundo se acaba. Fin.
Sí, ya sé, pero cuando el mundo se termine, ¿A dónde vamos a ir? Eso quiero decir.
Lamento decirte que cuando el mundo termine vas a morir, y punto. Pero tranquilo, se que va ser tu primera vez, así que tomatelo con calma.
No te hagas la golondrina conmigo. ¿Cuándo morimos a donde vamos? Deja de dar vueltas y contestame.
Sos cabeza dura, eh…

sábado, septiembre 03, 2005

Primera bala

La conspiración se concretó cuando finalmente salí a la calle armado con dos pistolas de 44 disparos cada una (una invención mía) y descubrí a todos los traidores expuestos, exhibiendo sonrisas de dientes anormalmente blancos y todos vestidos con remeras adornadas por blancos para disparar. Yo tenía razón, pensé. Yo tenía razón, grité. Yo tenía razón, disparé.

miércoles, agosto 24, 2005

El lunático

La luna molestaba y se burlaba, así que la saque del cielo y me la metí en el bolsillo. Te quedas ahí escondida un rato, calladita la boca, y que el resto del mundo se cague, que prendan muchas velas. Y la luna vibró y chilló y se movió inquieta en mi bolsillo, pero yo seguí mi camino, modificando apropiadamente mis pupilas para acostumbrarme a este nueva oscuridad, más apacible y humilde que esa media luz lunar.
A las tres cuadras ya me cansé de semejante peso en el bolsillo derecho, y llegué a la conclusión de que si seguían los forcejeos de la muy vanidosa, con un poco de ayuda de la caprichosa gravedad, en cualquier momento aparecería alguna anomalía espaciotemporal en mi bolsillo, y eran nuevos los jeans, quería al menos que me duraran un mes más. Así que abrí el bolsillo, y la luna trató de un huir a toda velocidad, pero afortunadamente para mí, los satélites naturales no tienen mucha velocidad. La agarré de nuevo en el aire, y me la acerqué a la cara. Le mostré mis sedientos dientes para asustarla, y con gusto sentí como temblaba en mi mano. A continuación hundí un dedo sobre su cuerpo celeste, y le arranqué un buen trozo de su núcleo, que después tapé apropiadamente, jugando como si la vanidosa fuera de plastilina. Quedo impecable el hueco que yo había hurgado, pero ella estaba furiosa y dolida por la ofensa. Entonces le dije: Anda, pero ya no te hagas la canchera ni te burles de los que caminamos pensativos a tu luz. No te agrandes ni cantes que sos la luz de la noche y que nadie te puede alcanzar. Que somos pobres giles que solo existimos para que tus rayos se reflejen sobre nosotros, para llorar, amar, vivir y morir frente a tu luz. Ahora quedaste hueca, la próxima te arranco un pedazo más grande de un mordiscón.

sábado, agosto 13, 2005

Frases agudamente preparadas

"La última bala que se dispare en el mundo estallará destruyendo a la última pistola, y matando al último hombre."

viernes, agosto 12, 2005

El mano


Él se volvió hacia su mano, mordiéndose los labios. La sostuvo enfrente suyo, gracias a su brazo, y entonces le ordenó que se abriera. Le exigió que se abriera, que floreciera estirando sus dedos como pétalos, dejando ver el mapa de líneas de su palma, dejándola respirar. Los nervios que iban de la mente a la mano estaban saturados, congestionados, atiborrados, inundados de señales eléctricas, cuyo equivalente simbólico sería algo como “MANO SOY TU DIOS ABRITE AHORA MIERDA”. Pero la mano se tragaba, se bebía todas estas órdenes, tranquila y sádicamente, como el suelo seco que se traga las ultimas gotas de agua en silencio. Más y más impulsos eléctricos, cuyo equivalente cromático sería rojo sangre y negro mortaja, seguían naciendo en la mente, y seguían siendo tragados indiferentemente por la mano, que reía en silencio y mantenía su subversión. Los impulsos dejaron entonces de tratar de llegar a la mano, para pasar a tratar de atacar, violar, penetrar la insolencia de la mano. Impulsos que podían llegar a compararse en un plano mítico con un Saturno resucitado y desatado, hambriento y asesino, buscando a su hijo rebelde, aquella traidora parte de él, para devorárselo de un bocado. Los impulsos golpearon y soplaron, pero fracasaron. Entonces la mano se cansó, y dijo basta. Se cansó de las órdenes, de los tratados injustos, de semejante repartición de territorios abusiva, de todo el trabajo sucio. Se cansó de que Él tratara de abrirla en contra de su voluntad, así que en su lugar, la mano revirtió el proceso, y lo abrió a Él.

miércoles, julio 27, 2005

Syd Barrett en mi lengua


"Tengo a Syd Barrett en mi lengua, escuchá."
Pharox abrió elegantemente su boca, y extendió su lengua, presentándola como una estrella de algún espectáculo. Y he aquí que en la punta de aquel apéndice rosado, estaba Syd Barreto, en modelo a escala, obviamente, concordaba con la dimensión de la boca.
El jocoso personaje parecía haber sido raptado en la mitad de la composición de una nueva canción, o tal vez mientras ensayaba Jugband Blues. Sus pelos despeinados y sus manos en posición de tocar una guitarra invisible le daban un aspecto creíble a la escena, un toque muy realista.
Syd abrió su boca en miniatura y dijo, en ingles obviamente: Doctor doctor, creo que ahora veo a Oberón…
Jacobo, el espectador de semejante espectáculo, frunció su ceño, de tamaño natural, es decir del mismo tamaño que Pharox, y escupió con desprecio su crítica: "Cualquiera, cualquiera mal. Esa especie de cita mezcla de un par de temas del primer disco de Floyd, encima uno escrito por Waters. Que trucho, no me lo trago. Malísimo."
Syd entonces hizo una arcada, y vomitó, manchando la inmaculada rosadez de la lengua con su comida inglesa. A continuación se puso pálido, y dijo, nuevamente en ingles: Amigos, creo que finalmente el sol se puso sobre el valle de mi cordura, me voy y les dejo a ustedes la luna.
Pharox cerró la boca, y trago, devolviendo a Syd a su lugar en el espacio-tiempo. Una vez que el proceso de deglución termino, Pharox suspiro y dijo: "Entonces esto fue lo que le rayó el cerebro, probablemente, en lugar del LSD."
Jacobo se acariciaba la mandíbula emulando al pensador, y con ojos pensadores dijo: "¿Sabes una cosa? Eso último que dijo estuvo muy bueno. Tal vez haya sido todo muy bizarro y delirante, pero me gusta asomarme y observar estas imágenes de tu locura. A veces..."

Pequeña Experiencia

Me enamore de un punto,
Porque hoy y ahora y en este momento y el flujo,
Ha pasado, vos estas en él;
Así que quieto y móvil y firme y dócil,
Imagina la gran comprensión de la palabra.

domingo, julio 03, 2005

Intruso

Los cangrejos bailan y cantan canciones matemáticas en esta playa de arena gris y agua azulpúrpura, yo soy un intruso que sin quererlo se ha adentrado en el génesis mismo de la locura
de un hombre que todavía no ha nacido.

martes, junio 21, 2005

Agammon Borellus

No soy un esclavo de la realidad, es la realidad la que es una esclava de mis caprichos.
Un estornudo o un simple ataque de aburrimiento mío alcanza para modificar, destruir, cambiar, reformar, re vomitar la realidad.
Y en cuanto a la interacción, la comunicación con los demás, mantengo la realidad lo suficientemente cerca, aunque sea casualmente en una orbita cercana a los mundos de los demás, no por conformismo, sino porque acercándome me es mas fácil disparara los misiles de delirio sobre las otras inocentes realidades.

lunes, junio 20, 2005

4. El marciano

Cien guitarras atacan, cien cigarras cantan, cien orgasmos matan, cien dioses nacen
Multiplicame atrozmente hasta que me haya perdido entre sombras
Es mi voluntad, secreta y ajena a mi, pero es mi voluntad
Un rey entre la sombras con una corona de neuronas
Siente que cambia lo suficientemente poco

viernes, junio 10, 2005

Selena

Tendrías que dejar de pedir perdón
Dejar de dibujar cruces en tus muñecas
Dejar de teñirte los ojos con tristeza ajena
Dejar de emborracharte pensando que escuchas su voz

Basta de sangrar sobre el piano en vez de tocarlo
Basta de predicarle al mundo la muerte de tu corazón
No quiero verte evitando los reflejos de la luz del sol
Ni enterrando tus besos al ritmo de tu falsa depresión

Tus preguntas son ahora más profundas y dolorosas
Y como a todos te hace falta una justificación
Acostate con tu voluntad y levantate embarazada de ella
Solo así tendrás una moderada salvación

viernes, mayo 27, 2005

En las calles

Hay divinidad en la moneda girando en el aire,
Incertidumbre en las manos que piden limosna,
Sadismo en el ojo gris que observa desde arriba,
Sangre en las lágrimas sobre las piedras de la calle.

Un dragón se esconde entre la basura,
Un callejón mal tomado lleva a los otros mundos que giran alrededor del sol;
Corriendo uno solo se pierde más rápido,
Y la inmovilidad solo ayuda a la desesperación.

Es prudente ignorar ciertas sombras en ciertos ángulos,
No cantar ciertas canciones a ciertas horas en ciertos caminos,
O llegarás a encontrar ciertos dioses antiguos caminando sobre tu espalda.

Pestañar es alejar la imagen;
La luz cae y llena todo, pero la oscuridad es invisible e inodora,
Y camina por las calles a toda hora.

Frases agudamente preparadas:

"La mente humana se ha convertido en una guillotina para dioses e ideales."

sábado, mayo 21, 2005

Esas preguntas...

“Che, ¿Por qué fumas?” Le pregunto Simón a Mateo.
“Y…, fumo porque me gusta, bah, ya no puedo dejarlo” respondió Mateo, tratando de formar círculos con el humo que expiraba.
“Aja… ¿Y cuando empezaste? ¿Cuándo probaste y dijiste mmm, que rico, voy a empezar a fumar?” preguntó Simón, medio distraído, medio burlón.
Mateo echó los ojos hacia atrás y puso cara de hacer memoria. Entonces recordó, y sonriendo respondió: “Pedro empezó a fumar y después me obligo a fumar a mí.”
Simón entonces encaró a Pedro con una sonrisa de detective sarcástico.
Pedro, que había estado deshaciendo una telaraña con su cigarrillo prendido, miró a sus dos compañeros con cara de cordero confundido.
Mateo dio otra pitada.
“Así que vos lo hiciste fumar, lindo…” atacó burlonamente Simón, “¿Por qué?”
Pedro exhaló humo y dijo: “Bueno, no iba a ser el único boludo que fumara, además necesitaba a alguien que me ayudara a comprar los cigarrillos.”
Simón apunto de nuevo a Mateo: “¿Y vos porque te dejaste obligar a fumar?”
“Y…, como que quería hacerle la gamba, además de que parecía copado fumar, algo importante.”
La sonrisa maliciosa de Simón parecía ir de oreja a oreja.
Judas entonces salió de su trance, y mirando a Simón preguntó: “Che, ¿y vos porque tomás?”
Simón dejo de sonreír y puso cara de me cagaste, tomó un trago de su botella de ron y dijo: “Fue, hagamos como que no pregunte nada.”

La batalla nocturna

El mosquito blasfemo se atrevió, y robo unas gotas de sangre. La ofensa no iba a ser permitida, claro que no. Para colmo, en su escape, el patético vampiro había volado cerca de la oreja, zumbando con esa música que tanto enloquecía a Lovecraft, burlándose. Una mano humana voló, en un semidormido intento de asesinar al maldito, y lo único que consiguió fue un golpe en la oreja. No, no.
La luz se encendió, como en una explosión. Las sabanas se corrieron, y el cuerpo pobremente vestido se despabilo instantáneamente, con furia. Ahí, justo en el nudillo del dedo del medio, estaba la marca de la tortura, ese pequeño grano, pequeño volcán, de color rosa rojizo, la ofensa. Picaba, picaba y molestaba como la puta madre, y bien sabe uno que rascarse es añadir mas leña al fuego. Esto era la guerra. Los ojos humanos, atentos, los oídos, sagaces. No se escuchaba nada, el ladrón no estaba cerca. Los ojos empezaron un baile examinador por todo el cuarto, intensificando cada vez más el foco, los pequeños detalles. En las paredes blancas, el mosquito estaría perdido, pero en el armario o el escritorio, se camuflaría cobarde y perfectamente.
Silencio, expectación. Una batalla entre samuráis. El Olimpo buscando al ladronzuelo de Prometeo y a esa porción de fuego que se había robado. La sangre es mi sangre, pensó el humano, ningún bicho de porquería me va a robar un pedazo de mi alma.
Una sombra de movimiento, que desaparece con el trasfondo del armario. Engaño, frustración, pero ya habrá un error. Así que el humano comienza a moverse, revisar, agitarse, esperando un nuevo escape del mosquito.
Y entonces, sobre el fondo blanco de la pared, ve al enemigo. El radar le ha localizado, y esta a tiro. Dos inmenso misiles vuelan, dos icebergs gigantes como los que destrozaron al Titanic, vendrían a ser. Se acercan el uno al otro, las manos aplauden con potencia y furia. El humano abre sus manos, y para su terror ve que ha fallado. Injusticia, angustia, ira. ¿Cómo y a donde ha escapado? Los ojos buscan de nuevo.
Y de nuevo contra el fondo blanco, esta vez inmóvil sobre la pared. El ladronzuelo a quedado atontado por la casi muerte, y ahora se recupera apoyado contra la pared. La mano primero se mueve sigilosa, y una vez que la sombra cubre al insecto, se arroja a toda velocidad y sin piedad.
Splat. Mort. Thanatos. Fascinante sería ver la escena ampliada, en nuestro nivel de tamaño.
El humano sonríe, vibra de éxtasis. Retira la mano, y primero ve el manchón en la pared, sangre y mosquito. Es increíble como parece que el vampirito estuviera hecho de carbón de lápiz, o como parece que su sombra hubiera quedado estampada mágicamente sobre la pared. Ahora, la sangre en la pared no tiene nada de mágica, es el fuego robado, ya contaminado por el bicho mismo, pero libre al fin de seguir mezclándose con el ser vil e inferior. En la mano quedó pegado el cadáver, destrozado, verdugueado, castigado con la pena capital. El humano sopla al principio, buscando desprenderse del cuerpo, pero en su muerte éste continúa pegado. Entonces queda únicamente el retirarlo con los dedos, manchándose aún más las manos con sangre. Y luego con un leve frotar los restos contra las sabanas, todo ha quedado limpio. Un enemigo menos en el mundo, la guerra ha terminado por esta noche, y el guerrero humano vuelve contento a internarse en su tibia cama. Roma Victoria, la justicia ha sido servida. Por ahora…

lunes, mayo 16, 2005

Backstage (1)

“Los micrófonos a veces pueden ser como las cuerdas de la horca”, filosofó el arrinconado cantante.
El guitarrista tocaba despreocupadamente su nueva guitarra de trece cuerdas. El instrumento, creado a través de unas complicadas operaciones y suposiciones matemáticas, técnicas y acústicas era verdaderamente increíble. Terrible sería la palabra correcta.

sábado, mayo 14, 2005

La vision de un guerrero (uno de tantos)

“El sol es el único pintor, la luz el único color” suspiró Alejandro. Sus ojos miraban la extensión del paisaje con melancolía. Era demasiado imponente, los bosques, las colinas, el verde tan horriblemente verde de la naturaleza, las nubes, el cielo, la luz traspasando el corte entre las nubes, como un cuchillo, como una divinidad.

viernes, mayo 06, 2005

Faaip de Oiad

Comienza con el arrullador sonido de la estática, la canción de al entropía. Uno no puede resistirse, la sacralización es total y asfixiante. Uno sabe que no esta hecho para escuchar esto, uno reconoce el error, un error cósmico y devastador.
Los gritos de incontables células, cristalizadas por la inmensidad de la locura desatada, se ve ahogada por las palabras (que no son palabras), esos sonidos (que no son sonidos) escupidos y esculpidos por esa voz (que no es una voz). Demasiado y demasiado y demasiado.
La luz se rompe, se quiebra y se filtra hacia otro lado. Un agujero negro se forma en el techo. El murmullo de una sola señal magnificada, el sonido entrópico, acumulándose y yuxtaponiéndose a todo. La vibración del ohm cede y se apaga frente a la Voz del Dios.
En espirales todo desaparece, toda pregunta es estupida, y todo momento que queda es el último.
El escritor solo soy yo, aquí, plasmando esto que comprendo antes de trascender allí donde ya no importara que comprenda o no. Error, mi error y orgullo.
Las palabras son tan débiles ahora que la música me mata. Ahora que el corte me atraviesa y me mezcla. Todo lo soy y me fundo en todo. Todo es tan… inmenso, pero inmenso no puede verdaderamente describir lo que el todo es para mí.
Me pierdo, adiós. La Voz del Dios es la rotura hacia lo que yace detrás, el escenario imposible que esta más de la razón, de la pasión o la imaginación. Cedo, abandono y me hundo. Me atrapa, me saborea y me deshace.
Soy un segundo más, indiferente, en la canción de la Voz del Dios.

lunes, mayo 02, 2005

La respuesta del romano

Saber morir no me libera de nada
Salvo de fingir terror al final, tal vez
Saber nadar no me permite respirar bajo el agua
Mis palabras no tienen nada que ver con mis besos, pero a veces se parecen
A veces estas y te veo, otra veces te vas pero seguís acá
Y entonces cuando yo te olvido, vos te acordás, y con celos y venganza me buscás
Pero ahí no estoy más
Uno puede tropezar y caer mil escalones
Estornudar y caminar mil pasos
Pestañear y amar mil caras y cuerpos distintos, eso es tortura, no una elección
Toda mujer es un beso
Y en ese beso no hay tiempo ni lugar, solo movimiento perpetuo
Y podes acorralarme cuantas veces quieras
Pero no vas a evitar que yo me vuelva enamorar
Las estrellas son infinitas en el cielo, ningún astrónomo ama a una sola
Compadéceme y perdóname o ódiame y lastímame
Pero es así.

Agammon Borellus

“Original. Original seria crear algo nuevo, totalmente distinto. Eso es muy jodido, por no decir imposible, ya que siempre uno tiene esa intuición de porquería que le dice que todo esta hecho, que ya lo hicieron antes, ya esta todo conocido. A la mierda con eso, somos mortales con vidas cortas, todo es nuevo para nosotros, podemos divertirnos, asombrarnos y ser originales en exceso. Las materias primas son las mismas, ser original es simplemente saber como mezclarlas, atreverse, tener huevos para experimentar, sacar cosas de donde nadie más se anima a sacarlas. Pero ojo, milanesas con pure puede no ser original, pero milanesas con mierda tampoco lo es.”

domingo, abril 24, 2005

Frases Agudamente Preparadas:

La vida es como un tatuaje chino que te hacés sin saber que mierda significa, lo llevás toda tu vida pensando que el significado es “amor”, “amistad”, “alegría”, hasta que un buen día viene alguien que sabe chino y te dice: “Ahí no dice nada”

viernes, abril 22, 2005

Lamento

Cuerpo, lamento que no seamos eternos


Mente, lamento no entender las preguntas y las respuestas


Alma, lamento no saber donde estas

Por poco y el mundo muere

Quedan pocos segundos, ¡Que descuidado que fui!
Me dejé estar, y ahora este maravilloso mundo corre peligro
Me muevo con toda la velocidad que puedo sacar de mi cuerpo, utilizando hasta la última reserva de energía
La distancia es poca, pero más pocos aun son los segundos que me quedan
La expectativa es total, todo se ha detenido, todo me observa conteniendo su improbable aliento
Estiro mi mano, mi dedo índice alzado en una emulación de algún dios
Y justo en el último cuarto de segundo, llego
Mi dedo se posa con decisión, y aprieta el botón “repeat”
La última canción se apaga, y el disco vuelve a empezar
Estuvo cerca.

martes, abril 12, 2005

Zen y el arte de recargar pilas

Todo se esparce y desaparece. Los últimos adictos se retuercen por las calles, epilépticos frente a la Luna, y son rápidos en huir de mí a mi paso.
Se nota desde lejos que ya no tengo mas pilas, el discman no anda. Sin mis melodías es fácil reconocer que soy peligroso, mi espada esta suelta e impaciente.
Calles y pies, adornen de sonidos este lento y aburrido caminar. Si pudiera encontrar un enchufe donde poder recargar las pilas.
Una asustada sombra de lo que una vez fue un hombre se inquieta, y tratando de esquivarme a tiempo, tropieza y queda estúpidamente desconsolado a mis pies.
Sabiamente esquiva mi mirada glaciar, y en un último intento de salvar su pobre vida, revuelve con desesperación su rotosa bolsa de viaje.
Busca a través de incontables jeringas, bisturís, pastillas de diversos tamaños, plantas venenosas y sales marcianas. Intuyendo como mi paciencia se va acabando a un ritmo escalofriante, su velocidad de búsqueda se acelera proporcionalmente al temblor de su cuerpo.
Justo en el instante final, antes de cerrar mis ojos y cederle mi voluntad a mi sádica espada, el triste despojo extrae un objeto y lo alza con dos manos frente a mí, como si se tratase de un escudo.
Detengo mi acción finalizadora, y observo la ofrenda. Un libro, increíble, hacia rato no veía uno. Realmente estoy sorprendido, y con dificultad de esconder mi sorpresa. El adicto algo intuye, ya que sus temblores van ralentizándose.
Alcanzo a leer el titulo, que dice “Zen y el arte de recargar pilas”. Sonrío ampliamente, una sonrisa totalmente fuera de lugar en este escenario.
Agarro el libro con alegría y curiosidad. Con mi espada marco al infeliz inútil desde su mandíbula hasta la oreja, con mi bendición.
El desastroso individuo se lame las manos con éxtasis, llora, y mientras se aleja arrastrándose, me tira besos a los pies. Sabe ahora que si lo encuentro yo o alguien más, viendo esa marca no le harán daño.
Y ahora abro el libro, pagina 1: “Recargar las pilas no es una tarea como cualquier otra. Todo se esparce y desaparece…”

viernes, abril 01, 2005

La serpiente y Prometeo

La serpiente le preguntó a Prometeo:
¿Vos porque estas encerrado acá?
Prometeo levantó la cabeza hacia la serpiente y dijo:
Mucho tiempo atrás, en un lejano lugar, vi a los hombres viviendo aterrados en la oscuridad y la ignorancia. Me apiadé de ellos y les llevé como regalo el fuego y la sabiduría. Pero los dioses del olimpo se enojaron, y con todo su poder me confinaron a esta prisión.
La serpiente asintió comprensiva. Entonces fue Prometeo quien preguntó:
¿Y vos porque estas acá?
La serpiente suspiró y respondió:
Mucho tiempo atrás, en un lejano lugar, vi a los hombres alegres pero estupidos, felices y simples, pero ciegos e ignorantes. Me apiadé de ellos y les di como regalo una manzana y la sabiduría que estuvo siempre frente a ellos. Pero el dios de israel se enfureció, y con todo su poder me forzó a arrastrarme sobre mi vientre para moverme.
Prometeo asintió. Pensó un momento y luego dijo: Los hombres a los que lleve el fuego no se han olvidado de mí. Todavía me recuerdan en cantos y leyendas. Cuando se hagan poderosos tal vez vengan un día y corten estas cadenas, recordando al que les brindó la gloriosa sabiduría.
La serpiente sacudió tristemente la cabeza y dijo: Los hombres a los que les di la manzana tampoco se han olvidado de mí. También me recuerdan en cantos y leyendas. Cuando se hagan poderosos vendrán y me cortaran la cabeza, recordando al que les brindo su odiada sabiduría.

jueves, marzo 31, 2005

(Revelación)

Y cuando el cuerpo estuvo sano, se dieron cuenta de que el sujeto igual seguía enfermo. Los tipos de guardapolvos blancos temblaron y se acurrucaron todos juntos en un rincón. “La mente, oh Dios, es la mente…”

Pelicula de Terror

La chica parecía aliviada. Con la cara todavía lastimada por la terrible pesadilla, pero aliviada al fin. Se entendía que todo había terminado ya, había costado mucho sufrimiento, muchas vidas de seres queridos. Pero todo había terminado. Su cuerpo y sus pensamientos se detuvieron unos instantes, y pareció sopesar toda la experiencia de nuevo. Cerró los ojos y se decidió a continuar.
Salió de la comisaría. Afuera era un lindo día, un nuevo día, con un sol brillante y tranquilizador. Se acercó a su auto, y se subió con decisión, encaminándose hacia su casa. Prendió la radio, y, a medida que la música sonaba, alegre, y las calles pasaban con rapidez, aproximándola a su casa, ella pareció olvidar todo.
Llegó a su casa, entró con seguridad, y para cuando cerró la puerta ya era una nueva mujer. Había ganado, había triunfado. Ignoró todo lo demás, se dirigió hacia su pieza y se arrojó pesadamente sobre su cama, expirando todo el aire que tenía atrapado en sus pulmones.
En su cara se leía que esto era todo lo que necesitaba, la sensación de su suave cama sosteniendo su cuerpo. Paz al fin.
Entonces, le pareció oír una respiración, un horrible sonido de exhalación e inhalación bestial. Todo su cuerpo se tenso, sus ojos se abrieron, sus pelos se erizaron. El ruido burlón venía de arriba, justo arriba suyo. El techo.
No se atrevía a moverse, pero debía ver, era imposible no ver. Giró lentamente la cabeza, apunto sus ojos al techo, y lo vio. Su garganta quiso explotar con un grito, pero sus cuerdas vocales se congelaron y amenazaron con desgarrarse.
Allí arriba estaba la horrible pesadilla, la bestia, ese oscuro demonio, con su boca chorreando baba, su sonrisa de dientes de piraña pidiendo sangre, sus ojos muertos, como ventanas sucias al infierno.
La bestia gentilmente soltó sus terribles garras del techo, y se dejó caer, como una piedra, como un buitre, como un depredador.
La chica ni siquiera intentó cubrirse, una sombra la cubrió, y su último pensamiento fue para con esos filosos dientes.

STOP

“Bueno, que película mala…” suspiró en voz alta Luciano. Apretó el botón de EJECT con una mezcla de desprecio y confusión. Puso rápidamente la película en su caja, y la caja a su vez en la mesa, bien visible, cosa que de ni bien saliera de su casa la llevara al video, sin escalas.
“La verdad no entiendo estas películas”, pensó Luciano. “Estas cosas de supuesto terror, monstruos, vampiros y demonios. El tipo del video dijo que me iba a asustar, que esta película había hecho temblar a más de un valiente fanático de películas de terror. ¡Pero que farsa!”
Luciano entro en su cocina, abrió la heladera y sacó una botella de un líquido color verde fluor, parecido al absintio. Tomó un largo trago y volvió a guardarla. Mientras efectuaba el clásico movimiento de limpiarse esas gotitas que escapaban de la boca cuando se tomaba derecho de la botella, siguió rumiando sus pensamientos: “Es que, no tiene sentido. ¡Por favor!, por más que sea verdad que la gente se haya asustado con esta película, con cualquier película de terror si vamos al caso, ¿Qué clase de tonto inocente tendría uno que ser para sentir terror de esto? No lo entiendo, la verdad no lo entiendo.”
Con la confusión todavía pintada en su cara, hizo una parada en el baño, y después fue derecho a su pieza. Se sacó la camisa y el pantalón, echándolos tranquilamente al otro lado de la habitación. Después se sacó el collar con el extraño hexagrama, y lo apoyó suavemente sobre su mesa de luz. Miró el reloj digital, 00:06, apagó la luz y apoyó su cabeza contra la almohada, todavía decepcionado por la película de terror.
La bestia esperó con tranquilidad unos minutos hasta que el ritmo de respiración de Luciano indicara que éste se había dormido. Entonces abrió las puertas del armario, que era donde había estado escondida. Las puertas rechinaron con ese quejoso sonido de madera vieja. Esta bestia no era como la de la película, pero podría ser su prima lejana. Los colmillos estaban, las garras también. Pero estos eran dientes sucios, podridos, con restos de su última comida todavía adornándolos, lo mismo las uñas, manchadas y llenas de sangre seca de distintos colores. El cuerpo de la bestia no tenía esa cualidad estética de su contrapartida de látex en la película. No, el cuerpo de la bestia parecía de carne podrida, peluda, viscosa como una unión entre una babosa y una araña rechoncha. Sus ojos eran brillantes y hambrientos.
Se dirigió sigilosamente hacia la cama. En esto también se diferenciaba de su colega cinematográfico, la bestia no necesitaba advertir de su presencia a la victima antes de tiempo. La bestia esperaba hasta estar cara a cara con su victima, con sus dientes casi tocando la carne de su presa, entonces gruñía con fuerza para despertar a su próxima cena, disfrutando de la mirada de absoluto terror.
Y ahora así estaba la bestia, con la boca enteramente abierta, y con su garganta empezando a vibrar para producir el rugido de la muerte.
Por la calle un borracho manejando pasó a toda velocidad con su mano prendida a la bocina. La bestia vaciló un segundo ante la interrupción, mirando con odio hacia la ventana. Cuando volvió su vista hacia su victima, pudo ver que Luciano estaba despierto. Despierto y observándolo. Observándolo tranquilamente.
La bestia se quedó helada por un instante, ¿Qué era ese horrible insulto, esa muestra indecorosa de indiferencia que aquel hombre mostraba? ¿Qué significaban esos ojos vacíos de miedo?
La bestia tensó sus músculos, preparado para atacar con toda la violencia de su crueldad. Entonces Luciano estiró tranquilamente su mano, sujetó al monstruo por la garganta, y lo arrojó al otro lado de la habitación, justo al lado de donde había tirado su ropa.
La bestia yacía en el suelo, totalmente confusa, desolada, incapaz de asimilar lo que había pasado. Su mente era en el momento un gran signo de interrogación. Se levantó, observando a Luciano, ya sin hambre o violencia, sino con sorpresa. Vio que el hombre extendía una mano con los dedos extendidos hacia ella, y esto solo hizo aumentar todavía más su confusión. La bestia estaba ahí parada, perpleja, e incluso atinó a levantar uno de sus filosos dedos, como para preguntar algo.
Una llamarada de fuego azul consumió enteramente al demonio, sin chamuscar la alfombra ni la camisa ni el pantalón. No había rastros de la bestia.
Luciano reposo de nuevo su cabeza sobre la almohada, se tapó y de nuevo pensó: “La verdad hay que ser un pobre gil para tenerle miedo a una película de terror. No lo entiendo.”

miércoles, marzo 30, 2005

Jeringa

Fantasmas que extienden sus manos y tratan de agarrarme
Sofocado por esta nube rosa de penas ajenas
No puedo respirar
Convocado el pentagrama solo falta desvanecerlo
Los espíritus gritan en un esperanto oxidado
Exigen el sacrificio de mi glándula pineal
El final de mis fantasmas y mi delirealidad
Pero debajo de este olivo, en su sombra, estoy a salvo
Soy simplemente un testigo amargo
Aterrorizado por esas palabras cuadradas
Por ahora estoy a salvo
Aunque las flechas siguen volando, las raíces muriendo
Los cuchillos cortando
El mármol se esta quebrando, y me memoria me esta olvidando.

miércoles, marzo 16, 2005

3. Nunca sería

Atención, expectativa, el comienzo llegara, a comenzar a llegar
Luz sombra arena desolación ensimismo soy solo la expresión de este nuevo artefacto que demanda una mayor emoción, una mayor velocidad de pensamientos, de acciones, de pasión, la luminosidad en las paredes del muro de cristal
Tan delicado tan antediluviano, salvado estoy.

martes, marzo 15, 2005

2. Su invitación

“Lanzate, lanzate”, clamaban las voces desde la luna
Y yo en la tierra, todavía, perdido entre los arboles
“Lanzate, lanzate, despreocupate”
Clamaban, movían sus brazos, me invitaban
“Rápido rápido, el eclipse se acaba
No vas a tener otra oportunidad.”
Y yo en la tierra, escondido detrás de una piedra
“Acá el sol brilla de una manera distinta
Acá el viento acaricia con una mano distinta
Acá el agua puede correr de maneras maravillosas.”
Y yo en la tierra, arrastrándome en la arena.

1. Si lo recordé, ¿habrá sido verdad?

Seriedad frente al más estúpido chiste
La conmoción de la enfermedad graciosa frente a todos los funerales
Y cuando se acaba al alcohol nada importa tenemos sangre
Fumando ácido que sale de los parlantes de mi equipo de música
Aprieto los dientes y entiendo, disfruto, me disuelvo y comprendo
Un ataque relámpago hacia sus fronteras, me detengo a centímetros de sus labios
Suspirando excitación desesperante antes de finalmente besar
Pateando todas las cosas hechas para romperse, mover las piedras para que crezcan más
Golpear estas conmocionadas teclas como una especie de piano malformado, lenguaje virulento
Eterno retorno apagado luego de una ultima supernova, el polvo estelar no alcanzara para todos
Y en el final tan deseado, precario y fundador de religiones
Un riff final con un grito en cinco idiomas
Que se haga la oscuridad, acabo de entrar

miércoles, marzo 02, 2005

El cuervo (la noche) y el (Poe)ta

La ventana esta abierta, y el viento entra despreocupado
De a ratos frío, de a ratos ausente
Yo sentado, planteándome si es un buen momento para empezar a fumar
Miro hacia la ventana y pienso
¿El frío que siento es a causa del viento?
Verdaderamente no se si esa ventana es de las que se cierran
Pero mis dedos no obedecen a esa apuesta
¿Y en que se diferencia una ventana de una puerta?
Si cediera a lo que mi sonrisa sugiere
Me arriesgaría a buscar el origen de la fría corriente
Usando la ventana como una puerta
Hacia los precipicios de noche

El Escorpion Ouroboro

:La duda es mas grande que la razon:
:No muchos siguen buscando a ese dios:
:Cuando en el nirvana solo encontré desesperacion:
:Convertí la autodestruccion en mi nueva religión:

sábado, febrero 26, 2005

Dijo él deteniendo el tiempo:

"Y la figura del sol rojo atardeciendo entre las nubes del horizonte me recuerda el vientre femenino deseado.
Verdaderamente, todo labio parece merecedor de un beso.
Y tus labios claman que yo muera en ellos."

viernes, febrero 25, 2005

Queja de un amante

“Estoy tratando de prenderte
¿qué mas queres que haga?
Estoy apretando todos los botones
Pero vos no haces nada”

miércoles, febrero 23, 2005

Devuélvanme mi CD de Nirvana, IV

El pasto era verde antes que saliera la luna
Ahora es azul
El pasto es verde ahora que salió el salo
Anoche era azul
Fumar, tomar, ¿quiero saber porque?
Amar, odiar, ¿quiero saber quien fue?
Importa poco o nada, importa todo a la vez
Empaté, y eso que no todavía no empecé
¿otra vez con lo mismo? Te repito, ya cambié
El anhelo es nostalgia, no es querer volver

martes, febrero 22, 2005

Devuélvanme mi CD de Nirvana, III

Sorprendida de sorprenderme
Donde te habías escondido? Todo este tiempo en mi placard?
Muchas camisas viejas, muchos jeans sin lavar
Queres escuchar aquellas viejas canciones que nos gustaba escuchar?
Tanto tiempo pero poco ha cambiado
Ni siquiera ahí abajo hemos olvidado
Si queres gritamos
Si me lo pedís nos volamos
La llave que había perdido estuvo siempre en la cerradura
No era envidia o miedo lo mío, es que tenia mis dudas

Ojos de estatua, con un corazón azul

Flashes de un humo lejano, murmullos de un soldado muerto. Les gustaba borrar las líneas, pero por todos lados por donde caminaban, iban dejando puntos. Ojos como números, como una bizarra invención humana. Todos nosotros nos escondemos en estos envases, somos de mundos distintos, adentro.
Ellos maldecían las paredes, pero dormían debajo de un techo de vidrio. Sonreían a lo que ellos querían, pero actuaban como el hielo seco o la madera ardiendo.
La gente descabezada de paja deambulaba, pero estaban conscientes de sus caras. No tenían el símbolo del pez, pero circulaban todas las cruces. Cortes de papel como números romanos, aquellos que los buscaban solo podían ser llenados con agujeros.
Eran células de dios. Separa la materia de la conciencia, ¿De verdad crees en la ciencia? Sus cuerpos eran el espacio futuro frente a ellos.
Estaban enfermos para el resto del mundo. Pero, ¿Qué era el resto del mundo? ¿Y que era esta enfermedad?
Tome una pastilla, y leí la inscripción en una débil pared de piedra. “No soy como ellos, pero puedo aparentarlo”. Esperando que funcione, ahora vuelo hacia ellos.

miércoles, febrero 16, 2005

Soltá

Estoy escuchando la canción,
y estoy preparado para sacudir la cabeza,
sentirlo todo, exagerarlo todo,
tan simple, tan extenso,
la música es el mejor espejo,
nada se pierde en la traducción de los sonidos a mi cuerpo,
no es bailar, pero es mejor todavía,
así se consigue resucitar,
así se consigue aprender a nadar,
fuerte, simple,
incomprensible para los que no saben comprender,
sin angustia ni deseo de llorar,
chocar es lo mismo que flotar,
aumenta la temperatura organica,
desciende la presion espiritual,
la mente se deja arrastrar y llevar,
desde el principio hasta el final,
sin suma ni total.

-Fragmentación-

Lo roto no importaba. Lo sucio no importaba. Al fin y al cabo nada estaba roto ni sucio. El verso exterior no importaba, solo el intraverso. Uno es y punto, dejémonos de joder. Él se podía permitir esa sed de destrucción, tanto ajena como propia. Hay gente que no entiende correctamente la destrucción y el caos. Esa es la gente que nunca pudo crear nada. Si cualquier persona con inteligencia media sabe del clásico ciclo creación – destrucción, hacer – romper, tomar – vomitar, es todo lo mismo, aceptémoslo. Alegría con frustración, violencia, depresión, pero no falta de amor. Todo un asombroso y colorido caldo de sensaciones y pasiones fluctuantes. Pero con muchos ingredientes, los máximos posibles. No da para que se omitan muchas especias, sino queda todo medio aburrido. Lo que uno tiene que hacer, así como hizo él, es hacer la lista de ingredientes antes, hacer una lista propia, no tomarla desde ningún libro. Lo roto, lo sucio, lo depresivo, importa, hace la diferencia, da otro gusto. Melancolia, nostalgia, llanto y estados de disociación. Todo esto rima con amor, alegría, éxtasis, absoluta comprensión.

martes, febrero 15, 2005

Devuelvanme mi CD de Nirvana, II

¿Podés entender la letras en ingles?
¿Podés escupir al mismo tiempo que los acordes?
Ahora sabes porque rompí mi maquina de afeitar
Tranquilo, las ulceras vienen y se van
Decís heroína, decís cocaína, decís marihuana
Cuando en realidad querés decir rebelión
Que acto fallido tan residual
No creo que puedas nombrarme ninguna canción
Eso esta bien, no importa
Estamos decididos ya, nos vamos a pelear
Ya sabes, sin golpes en el ego
Y con las mascaras afuera
Sin una verdadera razón para la ira
Y con absoluta convicción

Devuelvanme mi CD de Nirvana, I

Ya no se
Yo que se
No puedo controlar esta necesidad
Quiero explotar
En vos, o vos en mi,
en todas ellas, o todas ellas en mi
Estoy alucinado y esperando
Que la mecha termine de arder
Estoy desquiciado y un poco cansado
Todo se resume, a ver, querer y tener

lunes, febrero 07, 2005

Al otro día

Despierto a un caleidoscopio con ojos de caracol
Recuerdos de la ultima noche como telaraña molesta en mi cabeza
Besos como picaduras de mosquito que no se van
Te tengo, te llevo en mi remera, en mi lengua, mi pelo y mi cuello
Todo es mas claro mirando hacia el pasado, hasta cuando no hay evidencias de esa anterior experiencia
Y ahora a esperar que ningún cuervo me haya robado tu numero de teléfono, ni tu nombre
A esperar que cuando te mires al espejo te acuerdes de mi cara, mis palabras y también mi nombre

jueves, febrero 03, 2005

Un dios del otro lado

Trajeron un dios del otro lado
Lo hicieron humano por un segundo
Lo trajeron asustado
Todo para poder preguntar
Saciar la simple curiosidad
Congelaron el agua
Para verla derretirse

Su piel era tan blanca
Su mente tan amplia
Sus ojos reflejaban
Su profundo terror

Trajeron un dios del otro lado
Bajo luces y bisturís
No era mas que un dios asustado
Le dieron forma y materia
A la idea perfecta
Mataron al sueño de un infarto
Haciéndolo mortal

Trajeron un dios del otro lado
El pobre murió con confusión
En sus ojos blancos y azulados
Creo un templo y fortaleza
Para no ser tocado
Con su ultimo aliento
Creo una orquídea, creo un momento

Mataron a un dios del otro lado
Y su hermano aun lo busca.

Estudiando una telaraña

Admiro la luz dibujando la telaraña
Construida como soporte de la pata de la mesa
A esta hora el sol tiene aires de pintor
Y juguetea soberbiamente con sus rayos
Pintando cuadros que observados atentamente nublan la razón

Miro las líneas de plata irregulares y pienso
Esta araña o es muy floja o esta muy loca
O alguien le dio una droga equivocada
Que fue causa de esta red desproporcionada

No veo a sus hijos, ni a posibles o pasadas cenas
Solo puntos de polvo que buscan glamour
En este escenario de plata y luz
Tampoco la veo a ella
Debe estar pasando la resaca

Me animo y perversamente sopló con fuerza
Para ver como roda la estructura baila
Me impaciento, ya quiero ver una victima
Algún otro bicho ignorante e inocente
Que danzando por el aire se encuentre de repente
Tocando involuntariamente la cuerda musical
Que despierte el deseo de esta resacosa araña

Pero mientras aun sueño con esa escena
El sol quita su mirada y sus rayos de esta escena
Haciendo la escultura de hilos plateados
Invisible a mis ojos

miércoles, febrero 02, 2005

Una razón sin un propósito

Una uña clavada en mi ojo
Una tijera cortando mis vértebras
Un par de dientes destrozados por un martillo
Un par de pestañas prendidas fuego
Una mano chocando contra un espejo
Unas pocas gotas de sangre sólida
Una lengua clavada en un tenedor
Unos pocos pensamientos en el fondo de un inodoro
Una vida ahogada en un vaso de hielo
Una piedra tragada en un solo intento
Un labio mordido por un párpado
Y una pregunta hacia la multitud
Amor.

Recuerdo la narcolepsia

Es tan cierto
Es tan incierto
Despertar, recordar, vomitar
La aceleración parece un buen gatillo para disparar

Es tan cierto
Es tan incierto
Ofrecer, convidar, olvidar
Este trago helado parece no terminar jamás

Es tan cierto
Es tan incierto
Volar, rodar, encontrar
Intentas meter la lengua en la primera boca que divisas

Es tan cierto
Es tan incierto
Despertar y dormirte sin soñar
El salto se convierte en el desmayo que tanto deseas

lunes, enero 10, 2005

Un nuevo vampiro

“Soy de esos vampiros que no chupan sangre. Me alimento de la mía propia, de esa herida en mi corazón que baña mi cuerpo de dulce dolor.
Somos varios los vampiros de esta clase, aunque no tanto como vos pensás. Melancólicos como una balada negrogris del viejo Berlin, brillantes como la luz lunar a través la niebla de Londres. Y si, me gusta vestirme de traje. Como verás no es negro, sino blanco. Y es mi orgullo la limpieza de este traje, porque en blanco es un color que solo le lleva puro por poco tiempo, es como el amor, se ensucia muy fácilmente.
Me he teñido los ojos del mismo color que mi pelo, para adecuar mi cara al mapa oscuro de la noche. Esa noche que es mi acolchado, mi sabana y mi almohada. La noche es mi propia habitación, mi palacio de sombras, mi fiesta de quince, mi primera comunión.
Mi palidez es tal solo porque me aburre el sol. En realidad posee un hermoso plateado lunar, mucho más apetecible que un bronceado solar. Al fin y al cabo la luz llega, de distinto lugar, pero de un común hogar. No soy un hijo de la oscuridad, mi noche amada es más luminosa de lo que pensás.
Mis dientes son regulares y tímidos. Solo aparecen para acompañar mi cómica desilusión. Mis colmillos están en mi mente y en mi lengua. Muerdo con mis palabras y con mi poética observación, haciéndome eco con la canción que este sonando en el lugar. No muerdo por hambre, como ya he especificado, muerdo de perverso, de indiferente, de lastimero. Muerdo cuando deseo, no cuando puedo. Muerdo para despertar a las bellas durmientes, tan dulces, tan pacientemente esperando el beso suave que tarda demasiado en llegar.
No me gusta el romanticismo, prefiero la misteriosa confusión. No soy gótico, aunque me atraen las alas negras y las piedras viejas, largas en años y en erosión.
Beso suelo cuando el otro labio esta preparado para un filoso mordiscón. Beso solo cuando la frialdad en ellas aclama la frialdad de mis palabras. Cuando no se lo esperan, entonces beso.
Soy una nota en un piano, un acorde demasiado afinado. La punta del bastón golpeando una calle de adoquines, la botella todavía llena estrellándose contra la pared, estos sentimientos precisos y fríos. Soy frío, pero quemo, soy un vampiro, pero uno nuevo.”

domingo, enero 09, 2005

Delfines

En la absoluta contemplación de lo relativamente absoluto
El fuego se quema así mismo
El agua se atraganta en su propia garganta

Comprendiendo la finitud de la razón
Se descubre la escalera en caracol
Que lleva al huracán cósmico de la comprensión

Palabras atrapadas en los dientes de los mitos
Una existencia tan larga y vasta que se no hacen falta infinitos
Un suspiro de entropía, la evasión del destino

Saltando como delfines sagrados, del río al aire al río de nuevo
No vamos de la nada a la vida a la nada de nuevo
Sino de la eternidad al minuto vivo a la eternidad de nuevo

martes, enero 04, 2005

El Maldito

El maldito entró a su casa después del exilio de seis años. Largo tiempo huyendo, largo tiempo atrapado, aún mas largo tiempo escapando. Abrumante cuanto cambia el hogar en la mente de uno. Como se expande, se achica, se deforma y se endurece, para luego empezar a borrarse en los contornos y ángulos.
El maldito se encontró con su casa exactamente como la había dejado. Pero la hora estaba marcada, los círculos seguían girando. Sin embargo la visión lo reconfortó. Saludó a su casa, y ésta devolvió el saludo. La materia vibraba excitada ante el retorno del amo.
El maldito sonreía, sabía que no podría realizar la transformación en cualquier otro lugar. Su casa era el nexo y su casa era el todo.
La formula estaba corriendo. Ni bien se repuso de la alegría de la vuelta al hogar, las palabras habían comenzado a rodar. Signo tras signo, buscando y acumulando el saber y el poder. La hora estaba pronta.
Dulce suicidio somático, para una fría venganza posterior, si se permite la ironía. Las lenguas de madera arderían en no mucho tiempo. Su esclavitud como esclavo pasaría pronto a un pobre olvido finito, las puertas de la turbulenta eternidad estaban frente a él. Incluso ya podía distinguir el detrás de la realidad, el trasfondo de la existencia, el más allá, justo detrás de donde llega la vista.
Los envenenadores ya estaban cerca, pero el acto ya estaba por la mitad. El brutal desenlace estaba lo suficientemente próximo para ser inevitable, y todo terrible pensamiento animal había sido erradicado de la mente del maldito. Nunca había habido arrepentimiento, ni miedo, ni autocompasión. La entrega era absoluta a las palabras que luego le cederían tanto. La consumación no sería ni principio ni final, sino continuación de un presente ideal, detenido en el segundo divino, en el parpadeo de un dios. Una sonrisa de justicia cósmica.
Los envenenadores estaban del otro lado de la puerta. El maldito los esperaba con la última palabra de la última sentencia en la punta de su lengua. Un instante más.
Los envenenadores entraron. Eran siete, él solo había esperado cuatro como mucho. Un último pensamiento le permitió la satisfacción de descubrir cuan desesperados estaban por verlo morir, al enviarle siete envenenadores.
Los siete entraron como una sola persona. Los trajes negro obsidiana, con sus líneas pintadas en un verde radiactivo, fluorescente. Los cascos con ese único ojo electrónico triangular, y ese ángulo sobre el lugar donde estaría la boca, una parodia de la sonrisa de un fascista. Todos empuñaban el látigo en espiral, el tentáculo venenoso que era más una extensión de aquellos cuerpos que un arma. El verdadero verdugo, enrollado como un ouroboros, listo a saltar como una cobra. Los látigos empezaron a moverse, casi imperceptiblemente. El maldito pronunció la ultima palabra. La transformación se completó.
La casa como parte de lo inanimado, cedió toda su energía en toda su inmensidad física. Su composición que nunca había estado viva murió para ceder su representación a su amo. Todos los átomos del maldito recibieron esta carga, y en un tiempo imposible comenzaron a girar a una velocidad imposible. Las células chillaron de dolor, pero se unieron bajo la voluntad mayor. El maldito nació al fuego, y en fuego se convirtió. El tiempo se quebró y se murió, al convertirse el maldito en escudero de ese segundo matemáticamente divino, que seria usado para la justa venganza. Fuego absoluto, con poder total.
Los envenenadores se dieron cuenta inmediatamente de que algo había cambiado, no solo en la figura frente a ellos sino en el lugar, en el tiempo, en la existencia y la realidad. Lanzaron sus látigos sabiendo en lo mas profundo que no servirían de nada.
El maldito los consumió con una sola mano. Aquí comienza la justa venganza.

lunes, enero 03, 2005

John Black es Infinito

John Black entra por la puerta. Su cabeza le duele y le baila en círculos. Apenas puede caminar hacia el otro lado. Se detiene ante la Entrada y lanza la moneda plateada hacia el Olvido, admitiendo que éste es el fin. ¿Qué sigue?

John Black trasciende hacia el cuarto. Con su ser mezclado entre partículas propias y de la materia ajena a él, ahuyenta sus pensamientos, y elige una personalidad. Avanza hacia el otro lado abrazando la materia, nadando a través de ella. Descansa delante de la puerta y libera la moneda perfecta hacia el Olvido. ¿Qué sigue?

John Black pasa a través de la puerta, borrando todo lo que queda detrás de él. No hay cabeza, no hay cuerpo, él es un alma, él es solo entropía. Mientras avanza consumiendo el espacio y el tiempo, se detiene por un segundo o dos, en frente de la línea de llegada. Escupe el pequeño disco que le picaba en su corazón de energía pura. El disco se ahoga en la oscuridad. Todo excepto el final es consumido. ¿Qué sigue?

John Black tiene pocos segundos de vida. Las heridas no lo dejan caminar. Sus ojos están pintados de rojo. Pero aún así siente el camino que yace adelante suyo. Se arrastra hasta la puerta que no puede ver, pero que su mente herida le dice que está ahí. La fuerza vital empieza a abandonarlo, y su mano ya no puede sostener la moneda kosiana. La moneda cae y rueda hacia el Olvido. John Black muere olvidando tanto el principio como el final. ¿Qué sigue?

John Black crea el cuarto. Luego crea la puerta, mejor dicho la abre. Ellos ponen la moneda en sus manos. John Black crea el movimiento de la moneda hacia la oscuridad. Ellos le dicen que el fin ha llegado. ¿Qué sigue?

John Black no tiene memoria, principalmente porque no tiene cerebro. Es simplemente un organismo de músculos puros moviéndose hacia una única dirección. Ha estado moviéndose por este túnel desde hace un tiempo, pero no sabemos cuanto tiempo. La puerta del cuarto se rompe bajo su presión y fuerza. El continúa moviéndose. Deteniéndose apenas por un latido de corazón, ante la visión de la Puerta Absoluta, él luego prosigue con su marcha. Mientras se mueve hacia el Olvido, él carga con la esfera bidimensional entre su carne. Él cesa de ser. ¿Qué sigue?

John Black está a nueve pulgadas. Catorce espadas lo mantienen alejado de su objetivo. La luna está en su octava posición, la puerta se abrirá en siete lugares muy pronto. Un millón de células coordinan sus movimientos. Miles de células se mueven a un tiempo. Él tiene sesenta y seis razones para preguntar por qué, pero su cerebro esta atrapado dentro de un cero. Un cero plateado es dividido de su década de dedos. El cero plateado es substraído por la nada infinita. Fin de la línea. ¿Qué sigue?

John Black guía a sus hombres hacia el interior del castillo. Marchan luchando contra un millón de miedos e inseguridades. Él va dejando un rastro de sangre oscura y preocupada por todo el lugar, pintando un retrato macabro, casi blasfémico. La cara de un dios formada por la violencia. John Black se dirige hacia el ano del atroz dios. El ano es oscuro. Los ejércitos enemigos están muertos. Un regalo es dado al dios para poder calmar su bizarra furia. El disco plateado vuela hacia la cavidad, trayendo el fin de la guerra. ¿Qué sigue?

John Black súbitamente entiende su destino, súbitamente sabe las respuestas a todo. Sabe el porque, el como, el cuando y el quién. El omni conocimiento es imposible de describir. Él sabe su pasado, su presente y su futuro. Él sabe la razón detrás de todo. Y sabiendo todo, igualmente arroja la moneda hacia el Olvido. Finalmente. ¿Qué sigue?

John Black está leyendo acerca de sus aventuras ahora mismo. La moneda está en su mano. En frente está la Puerta. ¿Qué hará? ¿Qué sigue?

La Potencia Anhelante (Delirios Últimos de un Escritor)

“Y escribir es acabar, es un orgasmo, es un vomito, es parir, es dar a luz, es amor, es odio, es muerte y es vida dolorosa. Tantas cosas que no podría enumerarlas.
Imposible decidir, si la palabra es la verdadera magia, la thelema original, o si es el tan temido virus espacial que condeno a la humanidad.
El martillo y la forja, la herrería de la mente, las filosas espadas que son las palabras. La guerra sin principio, propósito ni fin. Un ragnarok de expresiones y metáforas, flechas disparadas sobre todo lo que se mueve. Dolor, caos y un nuevo nacimiento, la epopeya de un héroe.
Cada escalón, cada paso, en esta escalera espiraleada, cada ascenso permite ver más allá de las colinas, deslumbrarse a lo que encierra el horizonte. Cada escalón también viene acompañado de un nuevo eslabón, de la cadena al infinito. Cada letra es una decisión, una escisión en la corteza simbólica del universo. Destrucción y progresión.
Un samurai nombrando las cosas por primera vez, todo el plano cubierto de grafías orientales, el baile de la escritura. La palabra no es verbo, la palabra es nombre.
Conjuro, y perjuro. Mis sentidos como los valientemente incansables recolectores de frutos, recibiendo los regalos de la tierra, con alegría y devoción, desconociendo el fin de su trabajo, derrochado en el dionisiaco banquete que se da en el centro de mi mente, el castillo de los señores feudales.
Piratas sin madre son mis receptores de memoria, lanzándose al abordaje de cuanto tesoro escrito yo me deleite, saqueando sin tregua. Bárbaros altos y aguerridos, que en lugar de construir se dedican al oscuro plagio de aquellos genios tan civilizados. Vergüenza, vergüenza a semejante violación.
Monjes oscuros son los signos, ocultistas antediluvianos. No los conocemos, ¿acaso los usamos o ellos nos usan a nosotros? ¿Son ellos la arcilla y nosotros el alfarero? Pero esta arcilla susurra, conspira y diviniza.
El verdadero dios, la telaraña trascendental dispuesta sobre y a través de nosotros. Yod heh vau heh, con un poco mas de letras, un poco mas de palabras.
Un laberinto, un minotauro. Una moneda, con la medusa de un lado, y el escudo espejado de Perseo del otro lado.”

-Manuscrito hallado junto al cadáver de Agamon Borellus, en la fría meseta de Kadash.