martes, septiembre 30, 2008

Ein Staub

Abriste la puerta, y me observaste. Yo había quedado destrozado, si es que es posible catalogar mi placer absoluto con ese adjetivo. Tirado sobre tu cama, yo era una pintura expresionista, vos fuiste mi Pollock.

domingo, septiembre 21, 2008

Pescado

Imaginandose las aguas chocando contra las piedas, logro que la orilla se astillara,
Y asi, devino el aire en agua, y su cara se humedecio,
Con una sonrisa, degusto el placer de ser un hijo de la naturaleza, solo por este atardecer,
aunque solo fuera producto del delirio,
los temblores habian pasado,
y su poesia ya no estaba mas confinada a sus botellas de vidrio,

Su barba descansaba en su mano, y su nariz inhalaba la sal marina,
y se descubrio pensando que Poseidon solo era un borracho mas, el primero,
¿para que preocuparse por doce pasos, si bailar es siempre mejor?

sábado, junio 14, 2008

der Killer

Las ultimas latas haciendo ruido de vidrio quebrado. El último cigarrillo se apaga como un último incendio. Las barbas están cubiertas de sangre, pegajosas y sucias. El teléfono suena ahora y siempre, porque sólo el asesino queda en pie alrededor de la mesa de pasto. El sabe que ya no importan las mentiras, ni los colores, ni los agujeros. La justicia es un concepto demasiado romano, y la venganza hoy en día es una excusa tarantinesca. No, el mejor silencio es el que se usa para martillar los “por que”. No, el egoísmo total es el secuestro absoluto de los hechos. Si solo el asesino queda como bitácora, esto no ha existido. Mudo, el asesino traga saliva, en honor a su lastimada garganta. Afuera la niebla esta por elevarse, adentro la niebla ya lo ha cubierto todo.

domingo, mayo 25, 2008

Ocaso

Yaciendo entre las flores,
El tiempo y el espacio parecen aguardar por mi;
Acabo de despertar, pienso.

El viento se ríe como una mujer,
Las hojas suenan como campanas,
Y hay un gusto a belleza en mi boca.

Aceptar las cosas es más simple, parece;
Puedo contener mi aliento,
Aunque ya no quede aire.

Amanecer

Dandome cuenta de mi error, hermoso drama;
Hay tiempo, aun si el tiempo se rehusa;
Dandome vuelta antes que la ventana se cierre,
Cada paso estoy corriendo más rápido;
Rejuveneciendo con cada pensamiento,
Siguiendo el perfume de tu tristeza,
Recuerdo el camino a casa.

sábado, mayo 17, 2008

Correo omitido

Sostene tu corazón lejos, como un pájaro en el cielo; y sostene tu tiempo detrás de tu vista, como una sombra en los pelos de tu nuca.
Estira tu mano más y más, hacia adentro. ¿Podes tocar algo? Dejame susurrarte, el juego de las metáforas es la mas antigua ruleta rusa. Un círculo infinito de cámaras para balas, pero con un número finito de proyectiles. Aunque tranquilamente podes pasar una vida entera apretando el gatillo, y nunca recibir un disparo.
Vos llamaste, lo se, pero no hay paquete para entregar. Tuve que arrastrarme por mi propio oxido para poder volver, y he vuelto con un sobre vacio para vos. No me preguntes, es bastante claro que no soy la estatua que buscabas. Ya estoy harto de tu mirada de faro, harto de tus pensamientos de radar, no construyas más tus palabras como señales de humo. Mira tus dedos, y observa a la lapicera llorando letras; date cuenta del papel blanco, como el vientre de tu amante.

domingo, marzo 02, 2008

En cada fiesta

Te reís demasiado, incandescente alcohol. Nos flasheamos mucho, y nos burlamos de nuestros dioses por demasiado tiempo. Esta reunión es muy burroughescamente coloquial, y lo sabemos, lo disfrutamos, bailamos por ello. Mujeres cocainadas se amontonan en las esquinas; sacerdotes cornudos aparecen en antiguos y brillantes espejos. Deseas secretamente poder darte vuelta para encontrarte con una muerte roja, desenmascarada; queres que sea ella la que trate de robar tu boca.
Las paredes arden y los sellos se rompen. El placer corta con profundidad suficiente. Y vos vomitas dentro de su boca, pero ella sabe que ése es tu tipo de amor. Perdido en la contracorriente, ¿Cómo es que de repente parece que te estas ahogando en este mar de labios y pelos?
Los cobardes nunca se sacan los anteojos. Vos podrías fácilmente arrojarlos por las ventanas azucaradas, pero elegís no hacerlo. Ella se esta escapando de tus garras, y te quedas con un nombre que no querías saber. Ella se va a lamer el pezón de un ángel, y vos aplaudís el hecho de que tu sed de sangre aumenta; reconoces la belleza en tus inútiles celos.
Mierda, no sos el tipo de cristiano que firma contratos de perdición, sos el tipo de poeta oral que logra que otra gente los firme por vos. Amas la sangre calida, los amigos muertos y las enemigas voluptuosas.
En un flujo de pensamiento, si la fiesta es un océano, tus compañeros son su fauna, y tus palabras son olas de petróleo ardiente, imparables y profundas

martes, febrero 26, 2008

звездочка

“Asterisco, asterisco, asterisco”, escribió Ivan Nikolai
Su maestro Sergei se acercó y leyó sus palabras. Sin decir una palabra utilizo su puño izquierdo como un martillo, y la cara de Ivan como un yunque. Ivan Nikolai se levanto sujetándose la mandíbula. Sergei miro fijamente a su discípulo, e Ivan comprendió lo que esos ojos decían sin sonido: “Atento, observa y aprende, por tu bien.”
Sergei tomó la espada, y escribió: ***.

domingo, febrero 24, 2008

Arriba por el microscopio

En cierto momento, paramos de hablar, y nuestros huesos estallan,
Ardiendo como madera;
A todo esto, no hacen falta palabras,
Porque no podemos llegar a explicar,
Como nos sentimos cuando la sombra acaricia nuestra espina dorsal;
Compartimos, pero no podemos describir,
Lo que es mirar hacia arriba por el microscopio.

jueves, enero 24, 2008

¿Que es la juventud cuando uno no es más parte de ella?

Un cuerpo eterno que te expulsa, como una extremedidad que ya no se necesita más
Y vos caes al suelo, con las rodillas y con las manos; te las raspas,
Y al mirarlas, te das cuenta que tienen más líneas de las que te acordás.

En las esquinas ves los cuerpos que perdiste, los ves inmortales, cambiantes,
Tantas caras congeladas ahí en ese ángulo inmóvil,
Todos los cuerpos rabiosos que fuiste, el fuego sangriento
En el que tanto ardiste.

Estás un escalón más arriba ya, crees que miras hacia abajo,
Pero sabes que en realidad estas mirando para atrás.

¿Que es la juventud cuando no sos más parte de ella?

Una pintura que no pintaste vos, pero que una vez tuvo tus mismos colores,
Y fuiste vos el que cambio;
Y en ese momento no te diste cuenta, pero ahora no podes acordarte del todo,

Los espejos que antes te reflejaban, ahora se oscurecen aguados,
Las palabras están, pero los acentos son distintos,
Vos les sonreís, y ellos todavía te sonríen de vuelta,
Como despidiéndote,

¿Que es la juventud cuando ya no sos parte de ella?
Es un bar a donde solías ir, pero ahora ya nadie te conoce
Un trago que solías disfrutar, pero ahora es insípido
Una canción que solías cantar, pero que ahora no recordás la letra.

martes, enero 08, 2008

El Sigfrido

En el horizonte, la tierra rojiza parecía fundirse con la purpúrea noche; yo había llegado, finalmente, al lago.
Los reptiles susurraban entre las piedras, como lo hacen en los sueños, hablan la lengua de la razón circular, y suelen ahogarnos en ella mientras escuchamos despistados.
Los reptiles nos espejan con sus ojos, a través de sus miradas afiladas; es mediante nuestros redondos ojos que nosotros mismos nos engañamos, y así evitamos verlos más allá de sus escamas.
Ya recibida la invitación, ya roto el sello del sobre, obedecida la voluntad de un ente que se hace llamar dios. He venido, luego de ser llamado.
Y en el lago los dragones nadaban, saltaban, bailaban, etéreos, eventuales. Las aguas se agitaban y se caldeaban, se iluminaban y se ennegrecían de ceniza. Y los dragones me miraron, sonriendo.
Un gusano, tan particular como otro, acerco su hocico hacia mí, y escribió en el aire la runa que indicaba, “adelante”. Ordenaba mi acción.
Los dragones se endurecieron, estirando sus cuellos, afilándose como guadañas, y procedieron a decapitarse en una masacre escandinava. El agua se hizo sangre, la sopa de los dragones.
El gusano contemplo la escena, altivo. Su cuerpo camuflo un dedo, señalándome mi próximo paso. Y de hecho, ese fue mi paso. Ya había trazado los escalones a seguir, el camino hacia la sangre del dragón.
Deshecho de mis ropas, desnudo, y me fui cubriendo de polvo antes de llegar a la orilla. El aire pesaba, pero de una manera fresca, y como cargado de futuras palabras. Me tropecé y caí, frente a la mirada del gusano.
Pero me levante, como suelo hacer. Y entonces llevaba una pequeña hoja de árbol escondida entre mis dedos, que al momento de saltar al cáliz de sangre que era el lago, use para cubrir un pequeño terreno en mi pecho.
Me arroje hacia las fauces liquidas. Caí, me sumergí, y me hice dragón, renací. Pero la hoja seguía conmigo. La hoja protegió a ese pequeño espacio de mi piel, dejo una grieta de vulnerabilidad, una perpetua ventana en el nuevo castillo inquebrantable que seria mi persona. Salí, humedecido y besado por la sangre reptilesca. Las estrellas se habían teñido de rojo, burlonas, frente a mis ojos. Emergí de la matriz de la serpiente, un nuevo guerrero, en realidad uno más. Indestructible frente a las lanzas enloquecidas del mundo, esperando secretamente el día en que alguna, sagaz y certera, encuentre la cerradura bajo mi corazón, el pedazo de pared que cederá. El único espacio que ajeno a los ojos del dragón. El punto de quiebre, mi capacidad para la incertidumbre, la voluntad, mi amor al azar. Mi humanidad.