lunes, mayo 16, 2005

Backstage (1)

“Los micrófonos a veces pueden ser como las cuerdas de la horca”, filosofó el arrinconado cantante.
El guitarrista tocaba despreocupadamente su nueva guitarra de trece cuerdas. El instrumento, creado a través de unas complicadas operaciones y suposiciones matemáticas, técnicas y acústicas era verdaderamente increíble. Terrible sería la palabra correcta.

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