sábado, septiembre 03, 2005

Primera bala

La conspiración se concretó cuando finalmente salí a la calle armado con dos pistolas de 44 disparos cada una (una invención mía) y descubrí a todos los traidores expuestos, exhibiendo sonrisas de dientes anormalmente blancos y todos vestidos con remeras adornadas por blancos para disparar. Yo tenía razón, pensé. Yo tenía razón, grité. Yo tenía razón, disparé.

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