miércoles, febrero 22, 2006

Final de amor

Entraste y me hiciste llorar, saliste y yo me decidí a intentar volar por la ventana. No se definirnos, y a vos te encantaba reírte, de eso, de mi, de cómo te pintaba y de la cara que ponía cuando te besaba, vos que siempre besabas con los ojos abiertos. Podías venir con ropa que igual estabas desnuda, podías caminar por mi departamento rompiendo mis cds que yo igual trataba de besar tus pelos en movimiento. Siempre me pedías que tuviera las uñas cortas, y yo ni siquiera me atrevía a tocarte sin que vos me dieras permiso; te rogaba por unos segundos de inmovilidad estética, y era ahí cuando de puro sadismo empezabas a bailar y a envolverme de vos; podría jurar que te encantaba pelearte con mi inspiración, y adorabas siempre ganarle, robarme para vos en vez de dejarme ceder a ella. Lastimabas y tus caricias eran de hielo seco, pero como me fascinaba verte tomar vuelo para caer encima mío en picada, tus manos de valkiria afiladas por el viento. Un día, aburrida, te decidiste, entraste con un arma simbólica y de un balazo psicológico me disparaste, matando a mi musa. Cerraste la puerta toda pintada de sonrisas, feliz de empezar a olvidar mi nombre. En el nudo de mi garganta pude contar todos los pasos que diste por la escalera, que a propósito usaste para darle a todo un toque bien cinematográfico. Solo eran un par de pisos, aún así el cálculo, lo admito, fue de puro azar. Sentí al aire y al mundo lanzándome hacia abajo, no pude volar, solo caer. Pero fue lindo imaginarme sino un pájaro, un poético misil. Y que poético mi blanco, tu cara, mirando sorprendida para arriba, la boca abierta como la puerta de un garage. Fue un lindo beso de despedida.

No hay comentarios.: