lunes, octubre 25, 2004

Locura en Pompeya

La poesía empieza cuando termina la canción
Los sonidos desaparecen del aire
Y el púrpura llueve desde el anochecido cielo

Allí, se movió y se escondió, pero yo lo vi
Detrás de la estatua, esta con una máscara
Una sonrisa griega y trágica, piensa que se me escapa
Y que no se que le encanta observar

La ceniza volcánica llueve y tapa los dibujos en el polvo
En una garganta oculta las cuerdas vocales tiemblan con distorsión
Amago un movimiento de selección y comienzo rápidamente a patear
A todas las piedras moldeadas que caen como dominó

El semidiós travieso ya no tiene refugio desde donde espiar
Tengo un delicioso deseo de sangrar y matar.

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