domingo, octubre 31, 2004

La historia de un viaje anónimo

Cuando el viajero alcanzó el fin del mundo, éste era una barrera blanca de nada. No pudo evitar sonreír.
(Una capa encapuchada dejaba descubiertos solo su rostro y sus manos. No se había afeitado desde hace días. Estaba escuchando a los Doors. Sus anteojos estaba un poco sucios.)
Metió la mano en su mochila, sacó una botella de whisky, y se tomó lo que quedaba.
Metió la mano en lo blanco, parpadeando. Observó su mano desvanecerse dentro de la nada. Retiró la mano. Se estaba riendo en voz alta.
Aún así estaba indeciso. Pero esperaba que la naturaleza lanzara sus dados.
Un pequeño ratón corrió por entre sus piernas y se adentró en la blancura sin dudar un segundo.
¿Qué cosa quedaba por decir?
El viajero se adentró...
Cuando el viajero finalmente llegó al fin, otro viajero comenzó a caminar sus primeros pasos en la ruta, en el camino.

No hay comentarios.: